Una pre-wedding es una forma genial de comenzar a pasarla bien un día antes de celebrar tu gran día. En una fiesta de pre-wedding se respira un aire muy relajado, suelen conocerse un poco más las familias (ni hablar si tus invitados vienen de distintos sitios!), y suele celebrarse para un grupo de invitados más reducido y cercano a los novios.
La idea es pasar un buen rato, poder hablar con todos, probar los platos típicos del sitio (los cuales algunos de ellos no quedan tan elegantes en un banquete de gala) y darle un aire diferente al diseño integral de tu evento, ya que si la celebración de tu boda se realizará en un jardín, puedes aprovechar para organizar tu pre-wedding en un sitio junto al mar.
Resumiendo, dile sí a tu pre-wedding!